La cantera es la vida. Mientras haya espiritualidad en el ser humano, habrá arte y posiciones estéticas ante los fenómenos sociales que modelan nuestras vidas. En mi arte habitan criaturas llenas de dolores terrestres, de personas agobiadas de torturas, de esperanzas, sueños y de signos. Yo incluyo al hombre más espacioso, no evado los pantanos humanos, me declaro un pintor que busca imágenes de vida; de la imaginación histórica, jugándome el todo por el todo en la pintura, con la esperanza de que este esfuerzo germine y sea esencial. Mientras nuestro espíritu no se ha pervertido enteramente y se halla todavía imbuído por un sentimiento de victoria sobre lo irracional, entonces, no nos hemos abandonado al desaliento ante el pasajero ensombrecimiento de nuestros sueños de superación humana, de fraternidad de justicia, y no nos dejaremos arrastrar por la corriente de la resignación y el conformismo.